Dr. Miguel Martín: «Estamos logrando que las recaídas postquirúrgicas en cáncer de mama se reduzcan»
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Tras 20 años sin novedades terapéuticas, Verzenios (abemaciclib), el fármaco made in Spain de Lilly, ya está disponible en España como primer y único inhibidor de ciclinas para el tratamiento adyuvante del cáncer de mama HR+ y HER2- en estadios iniciales con alto riesgo de recaída. Para hablar de este y otras cuestiones destacadas sobre el cáncer de mama, hablamos en OKSALUD con Miguel Martín, jefe de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón.
Pregunta.- Cuando hablamos de cáncer de mama y de sus distintas recaídas, conseguir un tratamiento que las evite, supongo que, para ustedes, es una ayuda de gran dimensión y para el paciente, esperanza y calidad de vida. Explíquenos en qué consiste el tratamiento de adyuvancia recientemente presentado en España.
Respuesta.-Como usted dice, aunque la mayoría de las enfermas con cáncer de mama hormonodependiente se curan, hay un grupo de pacientes en el que se concentran una buena parte de las recaídas.
Las denominamos de alto riesgo tienen una posibilidad de recaída después de la cirugía, quimioterapia, radioterapia y hormonoterapia actualmente usados en el 40% a 10 años. Los rasgos que definen a estas pacientes son tener metástasis en 4 o más ganglios axilares o en 1-3 ganglios más otro factor de mal pronóstico (tumor de más de 5 cms, grado 3, alta proliferación celular). No había habido avances para estas pacientes en los últimos 15 años y ahora tenemos la gran noticia de disponer de un medicamento oral, el abemaciclib, un inhibidor del ciclo celular, que (unido a las terapias antes mencionadas) reduce significativamente la tasa de recaídas de este grupo de pacientes.
P.-Parece que estamos ante un nuevo ciclo donde la investigación está dando sus frutos gracias al ARN mensajero. ¿Vamos en la buena dirección?
R.-La tecnología del ARN mensajero es sin duda un gran avance y es muy útil para muchas terapias (esencialmente vacunas), pero los avances en el tratamiento médico no se limitan en absoluto a su desarrollo y aplicaciones. En el caso particular del cáncer, el mejor conocimiento de la biología de los diferentes tumores y el descubrimiento de posibles debilidades específicas de cada tipo de tumor nos ha permitido desarrollar terapias específicas de diana, immunoconjugados, agentes que liberan al sistema inmune del bloqueo tumoral permitiendo que el organismo luche contra el cáncer y otros muchos.
P.- ¿Cuáles son los avances en el cáncer de mama actualmente observándolos en su conjunto?
R.-En las etapas precoces, la estratificación de las pacientes basándonos en las características moleculares del tumor y la implantación de nuevos tratamientos específicos de cada estrato está logrando que las recaídas postquirúrgicas se reduzcan paulatinamente, aunque aún no hemos alcanzado el objetivo final, la tasa de recaída cero.
En las etapas metastásicas, aún no somos capaces de curar la enfermedad, pero en algunos subtipos (como el HER2-positivo) estamos alcanzando supervivencias muy largas, que mejoran cada año. En estas enfermas, el objetivo sería la cronificación de la enfermedad y ya estamos viendo que es posible en algunos casos, incluso con los medios actuales.
P.-Los equipos multidisciplinares hospitalarios juegan un papel fundamental, pero cómo es la comunicación con los sistemas de Atención Primaria, ¿se llega a ellos?
R.- Sin duda existe una necesidad no cubierta en el sentido que usted menciona. Cerca del 75% de las mujeres con cáncer de mama se curan y deberían pasar a ser controladas en Atención primaria a partir de un cierto momento. Para que ello sea posible, y para que las pacientes y los médicos de primaria estén confortables con ello, se necesitan establecer programas bien estructurado que faciliten este tránsito y que garanticen a la paciente y al médico de Atención Primaria una consulta hospitalaria inmediata (telefónica, online o de otro tipo) en caso de cualquier duda.
Los médicos de Atención Primaria sí que posiblemente necesitarían formación sobre las necesidades específicas de lo que se denomina supervivientes del cáncer, para que se sintieran más cómodos al tratar con ellas.
P.- La respuesta biológica y la inmunoterapia están ganando terreno a métodos agresivos como la quimioterapia. En el cáncer de mama, ¿se produce de igual modo?
R.-Sí, aunque por el momento, en general, se han implementado en combinación con la quimioterapia, más que en substitución de esta. Pero no podemos descartar que un porcentaje significativo de pacientes
pudiera ser tratado sin quimioterapia, siempre que seamos capaces de identificar las características de las enfermas en las que la quimioterapia puede ser obviada. De hecho, un avance significativo en este campo se produjo ya antes de la llegada de la inmunoterapia. Las plataformas genómicas disponibles actualmente (Oncotype, Mammaprint, Prosigna, Endopredict y otras) hace ya años que nos permiten saber qué pacientes con tumores precoces hormonosensibles no necesitan la quimioterapia y pueden ser tratadas exclusivamente con tratamiento endocrino.
P.- ¿Tenemos en España todos los tratamientos para actuar contra este tipo de cáncer que hay en países como Alemania o Francia?
R.-A medio plazo tenemos todos los medicamentos importantes. El problema es que la llegada en España se demora más de un año en relación con otros países europeos.
P.- Recientemente, un estudio indicaba que no se presentaba suficiente atención a la herencia genética tras la pandemia para tratar de evitar la enfermedad o, al menos, una detección precoz, ¿cómo ve en su hospital esta incidencia?
R.- La herencia genética es responsable de una cierta parte de las enfermedades, incluido el cáncer, pero no es el factor causal más importante. Creo que son mucho más importantes otros aspectos a los que no prestamos suficiente atención, como la obesidad, la dieta incorrecta, el consumo de alcohol y tabaco y el sedentarismo, entre ellos. Esto no significa que no debamos estudiar los factores hereditarios y en el Hospital Gregorio Marañón (y en la mayoría de los hospitales madrileños) lo hacemos regularmente en los enfermos con cáncer.
P.- ¿La mujer está concienciada de que se debe realizar la mamografía? Hay datos que indican que ha vuelto a bajar el número de mujeres que acuden a estas revisiones, ¿cómo lo ve usted?
R.- La frecuentación de las campañas de cribado mamográfico en España se considera buena de acuerdo con los estándares internacionales, aunque desde luego siempre es mejorable. La pandemia paralizó estas campañas, pero creo que las mujeres españolas ya están volviendo a realizarse las mamografías programadas. Ello no quita para decir que echo de menos campañas informativas por parte de la Administración para concienciar sobre esta enfermedad (que padecerá una mujer española de cada 8). Sería una inversión muy rentable en términos humanos y económicos.